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Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 106
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Capítulo 106

-Me gusta tu comida, pero no vas a cocinar para mi-respondió Samuel con voz clara y

nitida. Su aura parecia muy regia.

Los labios rojos de Kathleen se cerraron con fuerza. Se negó a hablar.

Samuel comió tranquilo. La verdad era que se conformaba con poder sentarse alli y

compartir una cena con ella. No se atrevia ni a soñar con más. Aun asi, le dolia el corazón

porque tenía que obligarla a comer con él. Sabia que Kathleen no queria quedarse y que

ni siquiera quería verlo.

Ella dejo los cubiertos luego de dar unos cuantos bocados. Después, tomó un sorbo de

agua mientras esperaba que el terminara de comer.

Samuel, en cambio, comia con extrema lentitud. Era como si la torturara a propósito.

Mientras ella daba un sorbo a su agua, tenia una mirada helada.

-Me pasa algo en el estómago -explicó Samuel-. Me dolerá si no como despacio.

-Eso no tiene nada que ver conmigo -replicó en tono despiadado.

Un toque de tristeza pasó por sus ojos.

-Lo sé. Sólo quería hablar contigo.

Kathleen dejó su vaso y dejó de actuar con malicia.

Samuel sabia que ella era asi. No podia ser mala aunque lo odiara con cada fibra de su

ser. Los ojos oscuros del hombre brillaban con deseos reprimidos e inteligencia.

-Hace un año, me topé con una información sobre cómo Vanessa ha estado buscando una

mujer.

Kathleen levantó la ceja y le miro.

-Esa mujer está conectada con Vanessa de alguna manera, pero eso no es lo importante

continuo antes de hacer una pausa-: Lo interesante es que Vanessa no envio a lván a

capturar a esa mujer. En cambio, queria que la matara,

Kathleen dirigió su atención hacia él.

-¿Qué pruebas tienes para respaldar tus palabras?

Samuel tenia una sonrisa de oreja a oreja cuando se dirigió a ella.

Agarro su vaso y sus dedos palidecieron por ello.

-Tienes algunas condiciones, no?-anadió al ver esa sonrisa.

-Si-respondió Samuel, asintiendo. Estaba tan enfadada que se rió en voz alta:

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-iJa! Y pensar que ayer mismo prometiste que no me pondrias las cosas dificiles.

La voz de Samuel sono sorprendente cuando respondió:

-Eso es cierto, pero tu puedes elegir si quieres aceptar esas condiciones

Que eleccion? No es una clección cuando no me dejas tener esas pruebas a menos que

acepte tus condiciones –protecto. Estaba un poco alterada y sus hermosos ojos brillaban

con lágrimas por haber sido tratada de forma tan injusta.

Samuel serió, con una sonrisa misteriosa y peligrosa.

Le entrego una carpeta y le contestó:

– Esta es la prueba que quiere.

Kathleen se quedó sorprendida.

-Tomalo -ofreció Samuel con una sonrisa-: Con esto, puedes probar que Iván cometió el

crimen. Sin embargo, tus esfuerzos serán inútiles si se niega a traicionar a Vanessa.

Kathleen se mordió el labio.

– ¿Qué quieres a cambio?

Se negó a aceptar su regalo sin razón alguna.

-Quiero que cocines para mi -respondió con voz magnética-. Pero no tienes que cocinar

todos los días. Una vez a la semana será suficiente.

Kathleen se quedó mirando atónita. «¿Eso es todo?>>

Su indescifrable y fría mirada se posó en ella y sonrió:

-Si te parece que eso es molesto, entonces siéntete libre de irte. No te lo impediré.

Si ella hubiera detenido, ella solo terminaría odiándolo más. Eso era algo que sabía muy

bien. Kathleen se mordio el labio una vez más.

-¿Tienes alguna otra petición?

-Si, pero nunca lo aceptarás-respondió. La lujuria en sus ojos brillaba como si fuera un

monstruo enjaulado. Ella cerró los labios como si se hubiera dado cuenta de lo que era

eso.

–Bien, cocinaré para ti, pero sólo porque no quiero estar en deuda contigo. Sin embargo,

me iré en cualquier momento, Samuel, asi que…

– Esta bien. Puedes dejar de cocinar si quieres inte, pero si alguna vez vuelves, por favor,

cocina para mi, ¿quieres? – sonnio. Un aura peligrosa y ambigua salia de sus ojos mientras

hablaba.

Las pruebas que le dio habían ayudado a resolver un gran problema. Teniendo en cuenta

el estilo de Kathleen, no querría estar en deuda con el, a pesar de que queria cortar todos

los lazos con el.

«Aun así, no puedo irme con todo lo que me dio. No me debe nada… al menos no en lo

que respecta a este

asunto» penso

-De acuerdo, cocinare para ti si estoy libre-asintió y lo prometió de mala gana.

Gracias -dijo Samuel on amabilidad.

Se levantó y se fue con la carpeta de inmediato. El sorbio con gracia su vaso de agua

caliente y se le escapó una pequena sonrisa.

*Es demasiado ingenua. Menos mal que tiene a Charles como hermano. Si no fuera asi…..

su pensamiento dio un giro brusco en ese momento. «No, eso no está bien. Deberia ser yo

quien la protegiera. No dejaré que le hagan dano mientras yo esté aqui».

En cuanto penso en eso, sacó el teléfono para llamar a Tyson.

-Presiona al equipo de producción y haz que persiga a Kylie-ordenó Samuel sin piedad-:

Además, el abuelo de Christopher organizó un matrimonio concertado para él cuando era

un bebé. Investiga el asunto y encuentra alguna forma de traer a su prometida.

Tyson se sorprendió al escuchar eso. «Oh, no, el Sr. Macari se está volviendo demasiado

cruel…>>

-Deja de perder el tiempo y hazlo -exigió Samuel.

-Entendido -acató el subordinado. Luego guardó el teléfono de inmediato. «¡Dang! El

depredador se ha fijado en su victima. Supongo que la Sra. Macari está acabada».

Kathleen sostuvo la carpeta con ella y se dirigió a Charles. Se lo entrego y le dijo:

– Échale un vistazo y ocupate de lo que creas conveniente. Ahora tengo que ir a trabajar. –

Después de decir todo eso, se dio la vuelta para irse.

– Espera -gritó su hermano- ¿De dónde has sacado esto?

-Me lo dio Samuel

Los ojos de Charles se abrieron de par en par.

-¿Fuiste a hablar con él?

Ella asintió como respuesta.

-Entonces, ¿se aprovechó de ti? – preguntó Charles con un tono vacilante y preocupado.

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Ella le lanzó una mirada indiferente.

-No. Esta vez se comporto como un caballero.

–Pfft, escuchame. Ese monstruo esta intentando meterse en tu cabeza y manipularte, así

que no caigas en sus trucos – se burto.

-¿Que podria querer de mi? Estuvimos casados en el pasado y ya tiene todo lo que podria

obtener de mi. Solo está un poco molesto por como lo deje hace un ano,

-Espera, ¿estás diciendo que solo te corteja para dejarte?

Kathleen asintió.

– Como es posible? -Charles no sc lo creia. «Las cosas no pueden ser tan simples como

ella creen, penso.

-Es cierto-respondió ella con firmeza–. Cuando nos casamos, me vio viendo una

telea. La pantalla mostraba con la protagonista femenina de la serie dejaba al

hombre que amaba, y él dijo que era una estupidez. Samuel tambien dijo que el era el

único que podía dejar a otros porque nadie era mejor que él. como para hacerle eso.

Charles frunció el ceno.

-Que idiota. ¿Quién demonios se cree que es? Ignóralo, Kate. Hazle sufrir.

-No te preocupes. No caeré en sus trucos – bostezó y añadió-: En cualquier caso, por

favor, ocúpate del asunto de Ivan. Tengo que irme ya.

-Deja que te lleve -ofreció Charles. Estaba preocupado.

– No hay necesidad de eso. Yo conduje hasta aqui -sacudió la cabeza y salió de la casa

para marcharse.

Charles miró su espalda y luego la carpeta que llevaba consigo, suspirando. «Esta es la

única parte en la que Samuel es mejor que Christopher. Parece que este último tendrá que

trabajar más», se dijo.

Kathleen volvió a la mansión que el equipo de producción consiguió para ellos. Acababa

de entrar en el lugar cuando escuchó a Kylie llorar.

-Por favor, dame otra oportunidad. No puedo permitirme perder este trabajo-rogo. Tenía el

corazón roto y lloraba sentada en el sofá. Otros trabajadores estaban sentados a su lado.

Kathleen ni siquiera se molestó en mirarla antes de subir las escaleras.

-Kathleen! -grito, haciendo que se volviera hacia ella.

-¿Qué quieres, zorra?

Kylie se quedó sin palabras.

– No tenemos nada que decirnos -añadió Kathleen. Subió las escaleras después.