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Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 60
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Capítulo 60

Kathleen se sintió conmovida porque lederick se preocupaba de verdad por Madeline.

– Federick es estupendo que hayas encontrado a Madeline tranquilizo Kathleen al primero

mientras daba un paso adelante- Llevémosla al hospital para un rapido chequco.

-De acuerdo – Federick asintió.

Sabia que debía contener sus emociones.

Con Madcline en brazos, Federick se dio la vuelta para marcharse.

Apoyando la barbilla en el hombro de su padre, Madeline se volvió para mirar a Kathleen.

Miro a Kathleen y a Samuel con un par de ojos exigentes. Entonces, sonrió a Kathleen.

Kathleen se sorprendió. Le devolvió la sonrisa después de un momento.

La forma en que Madeline la miraba tranquilamente la hacia parecer un bonito angelito.

En consecuencia, Kathleen se sintió dolida al pensar en la situación en que se encontraba

Madeline.

Pronto llegaron al aparcamiento.

Federick ayudo a Madeline a entrar en el coche antes de volverse hacia Kathleen y

devolverle el abrigo.

– Kathleen, Sr. Macari, muchas gracias. – Había dos rayas de lágrimas en el apuesto rostro

de Federick.

-No fue ninguna molestia, Federick-respondió Kathleen-. Con tal de ayudar a Madeline, lo

volveria a hacer todo

-Gracias. – Federick estaba en verdad agradecido-. Llevaré a Madeline al hospital. Ambos

deben estar cansados. Deberian ir a casa y descansar un poco.

-Federick, puedo visitar a Madeline manana? – pregunto Kathleen-. Solo se aventuró a salir

sola por la promesa que hizo conmigo.

-Eres más que bienvenida -respondió Federick-, Kathleen, no fue tu culpa. Es la naturaleza

de la enfermedad de Madeline. Todo esto es culpa mia. Debido a mi negligencia, rara vez

pase tiempo con ella.

– Federich he oido muchas historias sobre niños autistas. Estás haciendo lo mejor con

Madeline. – Kathleen La consola – Estoy segura de que mejorara

–Muy bien-fedendasinto-. Me despido entonces.

– Adios -dijo Kathleen

– Adios

Federick se subió a su coche y se marchó.

Kathleen se dio la vuelta y le pasó a Samuel el abrigo.

– Pontelo. No te restries.

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Aceptando el abrigo ofrecido, Samuel respondió:

-Volvamos también.

Kathleen asintió.

Los dos se subieron al coche.

Durante todo el viaje de vuelta, no se hablaron.

Cuando llegaron a casa, Samuel saco su teléfono y miró la pantalla.

Tenia multiples llamadas perdidas de Nicolette.

Kathleen lo miro brevemente antes de desviar la mirada. Frunciendo los labios, dijo:

-Deberias irte si tienes asuntos que atender.

Con eso, se desabrochó el cinturón de seguridad y se preparo para salir del coche. De

repente, Samuel le agarró la pálida muñeca y le dijo:

– Vamos a tener un hijo.

Kathleen se quedó paralizada por el shock. Tartamudeó:

-¿Qué acabas de decir?

-Vamos a tener un hijo. –La voz de Samuel era ronca-. No importa si el niño es niño o niña.

«Mientras el niño sea mio».

Antes no le gustaban los niños. Sin embargo, después de ver a Madeline, Samuel quiso de

repente tener una hija propia.

Kathleen seguia congelada y con el rostro pálido.

-¿Estás… ¿Estás loco? – Kathleen no podia creer lo que oia.

Samuel frunció el ceño.

-¿Qué?

-¿Por qué quieres un hijo ahora? -La expresión de Kathleen era apenada-. Ni siquiera yo

soporto estar en este hogar, y esperas que mi hijo crezca en esta clase de hogar

insalubre?

Irritado, Samuel pregunto:

–¿Qué quieres decir?

-:Elnino tendría un padre que tiene una amante a su lado! Por el bien de su amante, el

padre del niño siempre volveria a casa tarde, es decir, si es que llega a casa. Además, lo

dejaría todo y correria hacia la amante en cuanto esta le llamara ¿Puede considerarse esto

un hogar sano?-Kathleen echó humo.

Samuel no esperaba que ella se preocupara por esas cosas.

Y si tienes un hijo con Nicoletic? Pasarias tiempo con ellos en Año Nuevo y en el Día del

Padre. Estarías constantemente con tu otro hijo, jugando con él y llevándolo a parques de

atracciones. ¿Qué pasaria entonces con mi hijo? – Las lágrimas comenzaron a caer de los

ojos de Kathleen mientras decia esto.

Se sintió muy desconsolada.

El mero hecho de pensarlo hizo que su corazón se apretara de dolor.

Kathleen no era estupida. Se negó a que su propio hijo pasara por ese sufrimiento

Ella preferia decirle a su hijo que su padre había muerto antes que hacerle saber que su

padre no le queria lo mas minimo

Samuel frunció los labios.

-Lo estás pensando demasiado.

-¿En verdad soy yo quien piensa demasiado? ¿No fuiste tú quien me hizo pensar asi? Me

hiciste pensar que te acostarias con Nicolette -dijo Kathleen con desdén-. Me niego a

correr el riesgo. No voy a dar a luz a tu hijo.

Con eso, Kathleen salió del coche y entró en la entrada de su apartamento.

Samuel suspiro mientras miraba la figura de Kathleen que se retiraba.

No tenia planes de tener hijos con Nicolette.

«¿Por qué Kathleen no me cree?»

Kathleen entró en el apartamento.

La mesa del comedor estaba repleta de platos preparados por Maria. La comida aún

estaba caliente.

Kathleen se sirvió un plato de comida y se sentó a comer.

Habia gastado demasiada energia ese día. Por lo tanto, iba a comer mas para reponer su

energia y nutricion.

Después de un momento, un sonido vino de la puerta, y Samuel entro en la habitación.

Kathleen se quedó aturdida por un instante,

¿No fue a ver a Nicolette? Ella le dejo muchas llamadas perdidas

Samuel entró en la habitación y se quitó el abrigo. Procedió a lavarse las manos.

Al final, también tomó un plato de comida y se sento a comer

Los dos se quedaron callados.

Era como si la discusión nunca hubicra ocurrido.

Tras terminar la comida, Kathleen se dispuso a lavar los platos. Samuel le quitó los platos

y se fue a la cocina

Frunciendo los labios, Kathleen se levantó y fue al dormitorio.

Cuando Samuel salio de la cocina después de lavar los platos y descubrió que Kathleen

habia desaparecido, también se dirigio al dormitorio.

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Kathleen estaba tumbada en la cama con los ojos bien cerrados.

Tras observarla un momento, decidió que estaba de verdad dormida.

Se acercó y la ayudó a quitarse la ropa.

Justo entonces, su teléfono volvió a sonar.

Frunciendo el ceño, Samuel contestó al teléfono.

-Soy yo. ¿Qué quieres? -La voz de Samuel era indiferente. Está bien, lo tengo. No voy a ir

hoy. Deberías dormir pronto. -Con eso, Samuel colgó. Luego puso su telefono en vibración.

Después de ayudar a Kathleen a acomodarse, fue a ducharse.

Kathleen abrió los ojos lentamente y miró al techo. En realidad no estaba dormida.

Es que no sabia como actuar con Samuel.

No tenía ni idea de que hacer.

Después de pensarlo un momento, se quedó dormida de verdad.

Samuel se metió en la cama después de salir de la ducha.

Abrazo a Kathleen y le susurro en voz baja:

-Llevo tres años contigo. Puedo saber si estás en verdad dormida.

Sin embargo, Kathleen no respondio.

Samuel le beso la cara.

-Duerme, entonces.

Despues, se quedo dormido mientras se aferraba a Kathleen.

Samuel no tenía ni idea de por qué, pero esa noche durmio muy mal.

Al día siguiente, Kathleen se despertó y descubrió que algo la sujetaba por la cintura con

fuerza

Empuió el brazo de Samuel y trato de salir de la cama. Sin embargo, Samuel la tiró hacia

atrás. Sus ojos seguian cerrados.

-¿Por que te has levantado tan temprano? – le preguntó.

-No podia dormir-respondió Kathleen mientras sc masajcaba las sienes.

Sin embargo, Samuel se negó a aflojar su agarre.

-Kate, no seas tan poco razonable.

-¿Quc?-Kathleen se sorprendió por sus palabras.

–Promctiste darme un mes, y sin embargo te niegas a hacer el esfuerzo. -Samuel frotó su

barbilla contra su suave rostro. Incluso no me llamaste ayer. Si tenemos un hijo juntos,

¿cómo sabes que no te pondre a ti y al niño primero?

-Aunque nos pongas en primer lugar, sé que tu corazón pertenece a otra persona, y no

puedo aceptarlo – dijo Kathleen mientras fruncia los labios-. Prefiero que me trates con

frialdad, en lugar de actuar con calor y frialdad. Puedo soportarlo, pero me niego a que mi

hijo sufra lo mismo.